Picho intenta conseguir una foto de perfil que lo represente, mientras el chat familiar de WhatsApp le exige estar presente ante la vertiginosa pérdida de autonomía del abuelo.
Entre llamadas perdidas, bombardeo de imágenes, emojis y stickers, accedemos a la intimidad digital de un joven en conflicto con las expectativas de los demás y las suyas propias.